Para encriptar un archivo basta con ejecutar el comando :X
que nos solicitará una clave, la cual se usará para encriptar nuestro archivo cuando lo guardemos en disco. Una vez encriptado, siempre que intentemos abrirlo con Vim se nos solicitará la clave, y sólo tras su introducción el archivo será correctamente desencriptado.
Hay que tener en cuenta que el archivo swap (de seguridad) no se encripta nunca, por lo que si Vim termina su ejecución anormalmente y no se borra el archivo swap, cualquiera podrá leer su contenido. Tampoco se encripta el texto en la memoria.
La clave introducida se almacena en la opción key, por lo que mediante el comando :set key
podemos emular el funcionamiento de :X
. Dándol algún valor a key es como si hubiéramos ejecutado el comando; cambiando su contenido cambiaremos la clave, y borrando su contenido provocaremos que la próxima vez que el fichero se guarde en disco sea desencriptado.