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Bigomby committed Jan 30, 2015
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\chapter*{Capítulo Uno}
\addcontentsline{toc}{chapter}{Capítulo Uno}


Ali estaba de picnic con su familia en el pequeño parque acuático en el
borde de la ciudad cuando vio por primera vez al Doctor. Él caminaba con
pasos largos por el césped, mirando a su alrededor, con los ojos un poco
salvajes, como si estuviera buscando algo. Tenía el aspecto de un hombre
normal. Dos brazos, dos piernas. Lo normal. Pelo corto. Orejas
prominentes y una gran nariz. Botas de cuero negro. Chaqueta de cuero
negro. Los hombres eran así, ¿no?. Les molaba llevar la piel de animales
muertos. Siempre hizo que Ali se sintiera un poco rara. La idea de ello.

Era como si estuviera sonriendo. Sin embargo, no era realmente una
sonrisa feliz. Un poco loca.

Y parecía tener prisa.

Vio a la familia de Ali y se acercó, con los ojos tan abiertos como su
sonrisa, intentando parecer amable y educado, y fallando
estrepitosamente. No parecía como el tipo normal de turista que se veían
por la zona, o un hombre en viaje de negocios, pero era sin duda algún
tipo de viajero. Ali sintió la familiar amarga picadura de los celos que
siempre había sentido con los viajeros. Deseando poder escapar de su
pequeña vida aburrida. Se preguntaba de dónde era este hombre. Sin
embargo, cuando habló no tenía ningún rastro de acento extranjero, y Ali
estaba impresionada.

---No habéis visto nada, ¿verdad?.

---¿Visto el qué? ---respondió el padre de Ali. Podía decir que estaba
un poco asustado por este hombre aparecido de la nada. Ni siquiera había
dicho hola ni nada parecido, sólo soltó su pregunta. Definitivamente
tenía prisa.

---No importa. Lo sabríais si lo hubierais visto. ¿Sabéis qué?, no
importa. Olvidadlo.

El padre de Ali luchó por levantarse y se interpuso entre el hombre y su
familia. Obviamente pensaba que podría haber problemas.

---Lamento haberos molestado ---dijo el hombre. Miró a la familia de
Ali, vio a su hermana pequeña, y su expresión cambió. Ahora estaba
preocupado ---. Es sólo que\ldots{}

---¿Sólo qué, qué? ---el padre de Ali estaba tratando de sonar duro y
valiente. Dos cosas que no era. Realmente era un pelele, no le haría
daño a una mosca, pero este extraño hombre no sabía eso.

---Solo\ldots{} tal vez\ldots{} ---el hombre se esforzaba por decir lo
que quería---. Tal vez deberíais terminar vuestro picnic y volver a
casa. Rápido, bastante rápido, como ahora mismo.

---No veo por qué debería.

---Papá, está bien ---dijo Ali. Ella era mejor leyendo a la gente que su
padre. Se volvió hacia el hombre---. ¿Estamos en alguna especie de
peligro?.

---Se podría decir eso. También podrías decir: `Vamos a hacer lo que
dice el hombre e ir a casa' ---miró a su alrededor con ansiedad,
escaneando los árboles del borde del parque. Cuando nadie de la familia
de Ali hizo un movimiento, suspiró y continuó hablando, rápido e
impaciente.

---He estado siguiendo a alguien, algo, persiguiéndolos realmente, a
través de medio universo, si quereis saberlo.

--- ¿Quién\ldots{}?.

---Un hombre, dos hombres. Bueno, son la misma persona, excepto que no
es un hombre en absoluto. Eso probablemente no tenga mucho sentido para
vosotros. Mira, mejor que me vaya. Siento mucho haber arruinado vuestro
picnic, parece encantador, pero\ldots{} bueno, muchas más cosas podrían
arruinarse, aparte de vuestro picnic ---conforme se inquietaba había
empezado a recoger cosas y tirar la comida en la cesta de mamá.

---¡Tan sólo salid de aquí! ---gritó cuando vio que nadie de la familia
de Ali se movía---. Lejos --entonces dejó lo que estaba haciendo, y
ladeó la cabeza como si hubiera oído algo ---. Oh, Castor y Pólux
---murmuró, dejando caer un plato de huevos cocidos---. Eso no es bueno.
No es nada bueno.

Y luego se fue. Corriendo por el césped.

---Bueno, quiero decir\ldots{} ---dijo el padre de Ali---. ¿De qué iba
todo eso?.

Mamá chasqueó la lengua y comenzó a recoger.

---Creo que deberíamos hacer lo que dice ---dijo Ali.

---¿Por qué? ---dijo papá---. Obviamente está chiflado.

Justo entonces se oyó un gran grito que parecía llenar el cielo.

---Bueno, está eso, para empezar ---dijo Ali, guardando cosas como el
hombre había hecho.

Y luego hubo otro grito, casi un chillido, y allí, por encima de las
copas de los árboles, había algo que Ali encontró difícil de asimilar.
Un hombre, pero un hombre más alto que el edificio más alto de la
ciudad, y junto a él otro hombre. El mismo hombre, había dicho el
desconocido, y vio lo que él quería decir. Estaban separados físicamente
pero de alguna manera los dos eran la misma cosa: idénticos, moviéndose
juntos, con sus caras mostrando la misma expresión en blanco.

Ali se quedó inmóvil mientras su mente trataba de asumir esto, demasiado
asustada para moverse, presa de una gigante y fría garra. Tenía la
abrumadora sensación de que nunca podría entender lo que pensara una
criatura como esa, excepto que ni ella ni su familia le importarían lo
más mínimo.

Y luego se preguntó si realmente lo estaba viendo.

Las dos figuras vinculadas eran apenas visibles, como si ni siquiera
estuvieran allí, hechos de nubes, humo y hojas revueltas. Y allí estaba
el desconocido, sosteniendo algo brillante en su mano. Uno de los
gigantes le había cogido y estaba gritando algo, y los gigantes
vociferaron y hubo un flash y todo empezó a girar, por lo que en lugar
de dos gigantes había un tornado, un torbellino, un gran torbellino
bailando, y el desconocido giraba y giraba, dando vueltas hacia el
cielo. Entonces se oyó un enorme grito final y todos desaparecieron.

Esto sucedió en menos de tres latidos del corazón de Ali, viendo la
cosa, su sentimiento acerca de la naturaleza extraterrestre de su mente,
la delgadez de la misma, el extraño siendo levantado, el tornado, y ya
no estaba.

Entonces hubo un gran golpe en su pecho, el aire fue succionado de ella,
sus tubos estallaron y se sintió repentinamente enferma. Gimió y cerró
los ojos. Su cabeza estaba resonando y había un mal y metálico sabor en
su boca. Podía oír llorar a su hermana pequeña.

Y luego la voz de papá.

---Grandes dioses\ldots{} Grandes dioses. ¿Qué era eso?.

Ali sintió que algo le tocó. Abrió los ojos. Había empezado a llover.
Sólo que no era lluvia. Pequeñas gotitas de plata estaban cayendo del
cielo. Se disolvían en cuanto tocaban el suelo. Todas excepto una. Una
pieza más grande que estaba situada allí. Una esfera de plata. Quizás la
cosa que el desconocido había estado sosteniendo. Lo recogió. Era mucho
más pesado de lo que parecía y muy fría al tacto. La puso en su bolsa
rápidamente, antes de mamá o papá la vieran.

---Deberíamos irnos ---dijo---. Lejos de aquí, como dijo él, el
hombre\ldots{}

El Doctor. Ese era su nombre. Aunque ella aún no lo sabía.

Tampoco sabía todavía que él no era un hombre en absoluto.
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\chapter*{Capítulo Dos}
\addcontentsline{toc}{chapter}{Capítulo Dos}


Ali se preguntó qué le había pasado al desconocido, si había sobrevivido
a la lucha, si alguna vez lo volvería a ver, pero fue sólo unos días más
tarde y el gran planeta errante de LM-RVN apenas había bailado a medio
camino a través del cielo, cuando regresó a su vida.

Estaba de camino a casa desde la universidad al final de un día largo y
aburrido y había parado en el lago para mirar en sus turbias
profundidades. Empezaba a oscurecer y las lunas estaban repartiendo
salpicaduras de plata sobre el agua. Parecía increíblemente hermoso.
Tiró una piedra y deseó que fueran las vacaciones y el agua estuviera
más caliente y que fuera seguro ir a nadar, ir propiamente a nadar. Sólo
se sentía realmente viva cuando estaba en el agua.

Y entonces vio su reflejo, distorsionado por las pequeñas olas de la
piedra, pero inequívocamente era él. El Doctor. Sintió una pequeña
punzada de felicidad. Él estaba bien.

---Lo quiero de vuelta ---dijo.

---¿Qué? ---dijo sin ni siquiera darse la vuelta.

---Sabes el que.

---¿Cómo puedes estar tan seguro de que lo tengo? ---dijo, sintiendo el
peso de la esfera en su bolsa.

---Sabes ---dijo el Doctor---, cuando te ví por primera vez me dije,
aquí hay alguien especial.

Ali se dio la vuelta. Ella había pensado exactamente lo mismo de él. Fue
entonces cuando se percató de la presencia de una gran caja en las
hierbas altas, medio escondida bajo los árboles. Era azul, parecía que
estaba hecha de madera y tenía escritura extranjera en ella. Su mente
empezó a girar.

---Esta cosa que estas buscando ---dijo---. ¿Qué es?. ¿Por qué debería
devolvértela?.

---No te lo puedo decir. Digamos que el destino de un planeta, un
pequeño e insignificante planeta , pero un planeta del que estoy
bastante encariñado, está en tu poder. Además, no es tuyo. Lo perdí en
una pelea.

---Sí, lo vi ---dijo Ali---. No me pareció una pelea, una masacre más
bien. No estabas exactamente ganando.

---Tenía un plan\ldots{} De alguna manera funcionó.

---¿Y el plan implicaba la cosa que estás buscando?. La cosa que no te
voy a dar hasta que me digas exactamente lo que es.

---Entonces tendré que obligarte, ¿no? ---el Doctor fulminó con la
mirada a Ali.

Ali se echó a reír.

---¿A quién quieres engañar?.

El Doctor se encogió de hombros y le mostró a Ali una de sus sonrisas
locas que era casi un gruñido.

---Puede que no sepa mucho sobre los hombres ---dijo Ali---. Pero puedo
decir que no eres de los violentos.

La sonrisa se convirtió en una expresión grotesca.

---Tienes razón. No lo soy. Soy el Doctor, por cierto.

---Soy Ali.

---Encantado de conocerte Ali.

---Eres un embustero, Doctor, no un guerrero.

---Cierto de nuevo. Y algo me dice que no te puedo engañar.

---No. No puedes.

---Por lo tanto, llegamos a un punto muerto.

---Negociemos ---dijo Ali.

El Doctor se sentó en una roca, y empezó a quitarse sus zapatos y sus
calcetines.

---De acuerdo ---dijo.

---Tengo la, ¿cómo lo llamas?. Nuestra pequeña bola de plata que pesa
casi tanto como esa roca en la que estás sentado.

---Llamemosla un orbe.

---Vale. Tengo el orbe ---dijo Ali---. ¿Qué puedes ofrecerme?.

---¿Qué quieres?.

---Información.

---Adelante. Responderé cualquier pregunta que quieras ---el Doctor
estaba doblando sus pantalones. Obviamente pretendía entrar en el lago,
pero si solo era hasta sus rodillas sería seguro.

---¿Qué era esa cosa? ---preguntó---. ¿Esa cosa gigante?. ¿Esas dos
cosas gigantes?.

El Doctor pensó durante un momento.

---Él\ldots{} es\ldots{} es un Starman ---dijo al fin---. Un devorador
de estrellas. Puede viajar a través del espacio y el tiempo, alimentado
por la energía que drena de las estrellas. Él mismo es principalmente
una estrella, en todos los sentidos de la palabra.

El Doctor se levantó y hundió los pies en el lago. Dio un pequeño y
teatral grito ahogado por lo fría que estaba.

---Y el orbe es una especie de arma ---dijo Ali.

---Bueno\ldots{} ---el Doctor estaba intrigado ---. ¿Qué te hace decir
eso?.

---Lo estabas sosteniendo. Vi un destello en el cielo. ¿Por qué sino lo
quieres de vuelta tan desesperadamente?. ¿Y por qué no me podías decir
lo que era?. Creo que es porque no deberías tenerlo. No es tuyo. Creo
que lo robaste.

El Doctor había entrado hasta las rodillas y la parte inferior de sus
pantalones estaba bajo el agua. No parecía darse cuenta. Miraba a Ali,
con la cabeza inclinada hacia un lado.

---Eres muy lista, ¿verdad, Ali? ---dijo.

---Eso me han dicho.

---¿Dónde está el orbe? ---había un filo más duro en la voz del Doctor.
La hora del recreo había acabado.

Ali levantó la vista hacia el cielo oscurecido, vio las lunas
retrocediendo, cada una más pequeño y más tenue, pensando en todo lo que
estaba allí, en los infinitos confines del espacio. Entonces miró a la
caja azul de madera bajo los árboles y algo hizo clic.

---Eso es una nave espacial, ¿no? ---dijo.

--- No sé de que estás hablando.

---Bueno, eres un viajero, ¿verdad?.

---Podrías decirlo.

---Mataría por viajar ---dijo Ali---. Este planeta, recibimos viajeros
de todos sitios.

---Está en una galaxia terminal ---dijo el Doctor, saliendo del lago---.
Es un punto de partida a muchos lugares.

---Exactamente. Es por eso que el Starman vino aquí, ¿no? ---dijo
Ali---. Estaba de camino a algún otro lugar, y lo seguiste hasta aquí.
Lo dijiste, a través de medio universo. Por lo que debes de haber
llegado hasta aquí de alguna manera. Y no creo que hayas venido en una
nave Virgo, un lento y no fiable autobús espacial, no si estabas
persiguiendo algo. Así que tienes que tener tu propia nave.

---Eres todo un Sherlock Holmes, ¿verdad?.

---¿Un Sherlock qué?.

---No importa ---dijo el Doctor, y se acercó a Ali---. Es alguien de ese
otro planeta del que te estaba hablando. Ahora, si ya has acabado de
alardear, ¿me das el orbe para que pueda irme de tu vida?.

---Siempre tienes mucha prisa, ¿verdad? ---dijo Ali, alejándose---. Y
realmente tienes mucha prisa por irte, de forma que no querrías estar
muy lejos de tu nave. Y esto no estaba aquí antes, y no es algo típico
de por aquí, al igual que tú. Así que es lógico pensar que esta debe de
ser tu nave. No se ve lo suficiente grande para viajar por el espacio,
así que tiene que ser alguna especie de ilusión, más grande de lo que
parece. O tal vez existe parcialmente fuera del espacio y del tiempo.
Eso la hace más grande en el interior\ldots{} ---Ali se detuvo, atónita.

---Oh, mis días ---dijo---. Es una TARDIS. Tienes una TARDIS.

---De verdad que no sé de lo que estás hablando.

---Sí que lo sabes ---Ali caminó hacia la caja---. Aprendimos sobre
ellas en el colegio, en ciencia, ya sabes, teóricamente, que podían
existir. Sin embargo, nunca creí que fueran reales. Lo quería creer. Lo
quería tanto. Pero nunca lo hice\ldots{} hasta ahora. Esto mola mucho.

---Por otra parte ---dijo el Doctor, y se cruzó de brazos y se apoyó en
la TARDIS--- podría ser solo una gran caja azul.

---Y tu debes de ser un Señor del Tiempo ---dijo Ali---. Quiero decir,
encajas en el papel perfectamente. Pareces humano pero no eres humano,
eres bastante engreído y piensas que eres los bigotes de la carpa.

---¿Hay algo que no sepas, Ali?.

---En realidad no. También aprendimos sobre los Señores del Tiempo en el
colegio. En historia. Historia antigua. Nos dijeron que todos los
Señores del Tiempo habían muerto hace mucho tiempo. Pero aquí estás tú.

---Ali. Por favor---el Doctor se había dejado caer sobre sus rodillas
con las manos entrelazadas entre sí---. Se acaba el tiempo.

---Llévame contigo ---dijo Ali.

---No puedo hacer eso ---el Doctor negó con la cabeza.

---Te daré el orbe si me llevas contigo.

---No, no, no. Es demasiado peligroso ir adonde voy.

---Vamos, Doctor, vas a salvar a tu planeta favorito. Vas a salvar a
toda una raza. ¿Qué importa mi vida en comparación con todas las de
ellos\ldots{}?.

---Ali, no me puedes pedir esto.

---Además, puede que necesites ayuda.

El Doctor miró a Ali durante mucho tiempo, y luego su asimétrica cara de
Señor del Tiempo se dividió entre las más loca, más salvaje y más
extraña sonrisa que había visto hasta ahora.

---No me puedo deshacer de ti, ¿verdad? ---dijo.
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